RUTA DEL DÍA:
En Tren: Chester – Cardiff: 12:15 h. a 15:10 h. Total: 2 h 51 min.
Nos levantamos bien temprano para aprovechar el medio día en Chester, pues a las 12:15 teníamos que tomar el tren hasta Cardiff. Así que nos encaminamos hacia la Eastgate Street, el eje principal de la ciudad. Antes encontramos un buen lugar para desayunar en el Caffé Nero, de la calle Foregate Street.
Tras el desayuno, continuamos el paseo. El primer elemento a destacar que encontramos nada más entrar en Eastgate Street, es el Eastgate Clock, el reloj de la puerta este. Lo encontramos en el centro de la calle Eastgate, sobre el arco situado en el lugar que ocupaba una de las antiguas puertas medievales de la ciudad.
Aqui es donde estaba la puerta original de la antigua fortaleza romana. Se dice que es el reloj más famoso de Inglaterra, tras el Big Ben de Londres. La puerta original estaba custodiada por una torre de madera que fue reemplazada por una torre de piedra en el siglo II, y esto a su vez fue reemplazado probablemente en el siglo XIV. La puerta de entrada actual data de 1768. Es de piedra arenisca roja, con tres arcos sobre los que discurre una pasarela que formaba parte de las murallas de la ciudad.
El reloj se añadió en 1899, para celebrar los 75 años del reinado de la Reina Victoria, que tuvo lugar dos años antes. Fue diseñado por el arquitecto de Chester, John Douglas. Las caras y el mecanismo del reloj fueron pagados por Edward Evans-Lloyd, un abogado local y un hombre libre de la ciudad, mientras que el costo de la torre fue financiado por suscripción pública, y la corporación de la ciudad pagaría su mantenimiento posterior.
El reloj tiene una cara en cada uno de sus cuatro lados, y está apoyado en un pabellón de hierro forjado a cielo abierto sobre pilones con un arco redondo a cada lado. Su zócalo está inscrito en cada cara. La inscripción en el lado este dice «ESTA TORRE DEL RELOJ FUE ERECTADA EN LA CONMEMORACIÓN DEL 60º AÑO DEL REINO DE VICTORIA, REINA Y EMPRESA», en el lado oeste «DIARIO ANTIQUUM COLANT ANTIQUI: BC ROBERTS, ALCALDE 1897; JC HOLMES, ALCALDE 1898 «, en el lado sur «ESTE RELOJ FUE ERIGIDO POR EDWARD EVANS-LLOYD CITIZEN AND FREEMAN 1897 «, y en el lado norte » ERECTO POR SUSCRIPCIÓN PÚBLICA Y COMPLETADO AD 1899 H. STOLTEFORTH MAYOR «. Debajo de cada cara del reloj en dorado está la fecha 1897, y encima de cada cara, nuevamente en dorado, las iniciales «VR». Sobre el reloj hay una cúpula de cobre que está coronada por una veleta con leones rampantes sobre fondo de gules.
Cruzamos el arco del reloj y nos encontramos con las espectaculares casas con fachadas entramadas, bajo las cuales discurren las medievales galerías comerciales, conocidas como The Rows.
Aparte de estas casas entramadas de madera, el principal monumento de la ciudad es su magnífica catedral normanda. El actual edificio de la Catedral de Chester se remonta al año 1250. De estilo normando, su construcción se prolongó durante tres siglos. Ya en época romana existía un templo en este lugar. Pero fue en 1090 cuando se estableció un monasterio benedictino, que convirtió ese templo en una abadía, reformada en 1250 para convertirse en la catedral actual. Despues en el siglo XIX se hicieron nuevas restauraciones.
Al ser domingo, el horario de visitas de la catedral se reduce entre las 11 y las 16 h. Y como teníamos que coger el tren a las 12:15 h. pensábamos que no podriamos verla por dentro. Pero por suerte, en su interior estaban preprarando la misa que tenían a las 10:00 y un amable señor que estaba al cargo de los preparativos nos permitió entrar a ver la iglesia, pese a estar todavía cerrada a las visitas.
La iglesia de planta cruciforme, tiene un interior cálido y algo oscuro. Además de en la gran ornamentación, hay que fijarse en las preciosas vidrieras y el entramado del techo de la nave central.
Tambien es muy valioso el Coro gótico de 1283, con su magnifica silleria, una obra maestra de 1380, considerada un conjunto único en Inglaterra, junto a la de la Catedral de Lincoln. La sillería tiene 48 asientos tallados con una gran finura y decorados con un ampuloso dosel y con esculturas figurativas.
Aparte de la sillería, el atrio de la misma, es del siglo XVII, al igual que los soportes de los candelabros. El resto de los elementos del coro fueron restaurados en el siglo XIX en un estilo neogótico.
Si la sillería del coro se puede considerar como la gran joya de esta catedral, no le anda muy a la zaga el impresionante Claustro, situado a la izquierda de la nave central. Todo el conjunto arquitectónico del claustro tiene sus orígenes en el siglo XIII, cuando fue construido con un estilo normando conocido como gótico temprano inglés, si bien ha tenido sucesivas restauraciones, la más importante, en el siglo XVI, y la última, en el siglo XX.
Del Claustro podemos destacar su precioso jardín central y estancias como el refectorio y la sala capitular. El resultado es su estructura rectangular de pasillos porticados con un ambiente oscuro y un techo bellamente entramado. En el centro del jardin vemos una bonita fuente con la escultura de la vida
Los pórticos del claustro no están abiertos al jardín, sino que están cubiertos por unas vidrieras en las que se representan hasta 130 santos, y que son la causa de ese ambiente oscuro. La magnifica sala capitular se construyo entre 1225 y 1240 y en ella los monjes se reunían para hacer lecturas religiosas. Su vestíbulo data del año 1200. De la misma época es el refectorio, el salón comedor de los monjes.
Nos llamó la atención, que en diversos rincones de este claustro había unas representaciones del cuento de «Alicia en el Pais de las Maravillas» de Lewis Carroll . La razón radica en que este año se cumple el 150 aniversario de la publicación del libro, y su autor nació en Daresbury, en el condado de Cheshire, del que Chester es su capital.
Frente a la Catedral de Chester, en la calle Northgate Street, se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad. Un edificio neogótico de 1869.
Cerca del Ayuntamiento, en la esquina de Northgate St. con Hamilton Pl. se encuentra una de las casas más bellas de Chester. En las uniones de sus entramados de madera podemos ver en hornacinas, las tallas del Rey, santos y varios músicos.
Continuando por la calle Northgate St. nos encontramos otra iglesia, St. Peter’s Church, en la esquina con Eastgate St. La iglesia se edifico en el lugar donde se encontraba el Pretorio romano. Sobre este lugar se construyo una iglesia en el año 907, por deseos de la dama de los Mercianos, Ethelfleda, asu vez hija del rey de Wessex Alfredo el Grande. La iglesia actual se comenzó a construir en el siglo XIV, alargando las obras hasta el XVI.
Las calles que atravesamos, repiten en su mayoría el mismo estilo de construcción de todas las casas del centro histórico de Chester. La verdad es que son unas calles preciosas.
Girando hacia la derecha por la calle Watergate St., llegamos a The Guildhall, o Holy Trinity Church, la iglesia de la Santísima Trinidad. El edificio original probablemente data del siglo XIV, pero los lados este y sur son del XVI. La torre es de 1770, pero su aguja fue derruida por razones de seguridad en 1811 y reconstuida entre 1865 y 1869.
Desde aquí regresamos a la Eastgate St., sin duda la calle más bonita de todas y el principal área comercial de la ciudad. La galerias comericales o The Rows, se remontan al siglo XIII. Son unas galerias de madera, cubiertas y porticadas. En su origen tenían tiendas a nivel del suelo, pero sobre ellas se fueron desarrollando galerías cubiertas en forma de pasaje en las que también se emplazaban tiendas.
Para acceder a estas galerías, las famosas “The Rows”, hay que subir unos escalones que encontramos en determinados puntos de las galerías. El mejor punto de acceso a las galerías, o “rows”, está en la confluencia de las citadas calles Eastgate y Bridge, en la pequeña plaza donde se ubica la cruz de piedra conocida como “The Cross”.
Ya era hora de regresar a nuestro hotel por las maletas para irnos a la estación. Muy cerca ya del hotel, nos detuvimos un momento a ver una iglesia de ladrillos rojos, en una manzana de casas del mismo color, en la calle Grosvenor Park Road.
Se trata de la Zion Chapel, construida entre 1879-80 con diseño de John Douglas. Originalmente fue una capilla de la iglesia baptista, pero en 1980 se trasladó aquí la congregación religiosa del Tabernaculo de Sion, de la iglesia evangélica. Y un poco más adelante la iglesia católica de St. Werburgh.
No nos detuvimos más y tras recoger las maletas, nos encaminamos hacia la estacion de trenes de Chester, atravesando el Shropshire Union Canal, apodado el «Shroppie». Se trata de un canal navegable que forma parte del sistema de canales que une West Midlands con el río Mersey y el Manchester Ship Canal. La construcción de estos canales se completó en 1835, siendo el último gran logro de la ingeniería civil que diseñó Thomas Telford. Esta rede de canales alcanza en la actualidad los 106 kms.
Nuestro tren hasta Cardiff, salía a las 12:15 h y llega a la capital del País de Gales a las 15:10 h, tras 2 horas y 51 minutos de recorrido. El precio del billete fue de 47,94 €. Aprovechamos el trayecto para almorzar con el avituallamiento que llevábamos desde Chester y que compramos en un supermercado de la Eastgate St.
Una vez llegados a Cardiff, lógicamente lo primero era dejar las maletas en el alojamiento para los días que íbamos a pernoctar aquí. El lugar elegido fue el YHA Cardiff Central Hostel, en la calle East Tyndall Street. Se trata de un espectacular albergue juvenil, con un equipamiento digno de un hotel de 4 estrellas. El precio de la habitación doble con baño incluido es de 53,58 € por cada una de las tres noches que íbamos a permanecer aquí.
La verdad es que nos sorprendió gratísimamente este establecimiento, pues la habitación, enorme, magníficamente equipada y con un esplendido cuarto de baño, hasta el punto que más que un Youth Hostel parece un hotel de gran categoría, mínimo cuatro estrellas.
Después de dejar las maletas en el Hostel, nos encaminamos al centro de Cardiff, para dar el primer paseo por esta ciudad. Esta ciudad es el centro comercial, cultural, deportivo, educativo y mediático más importante de Gales. Esta ciudad se extendió enormemente en el siglo XIX gracias a la explotación minera y el tráfico de sus puertos. Tiene alrededor de 317.000 habitantes.
La ciudad fue fortificada por los romanos en el siglo V y restos de esa fortificaciñon se encuentran aun en el Castillo de Cardiff, el monumento más representativo de la ciudad. En la Edad Media un pequeño pueblo de unos dos mil habitantes creció a la sombra de este castillo. Ya en 1327, Cardiff tenía un ajetreado puerto.
En 1404 Owain IV Glyndwr, rey de Gales e inmortalizado por William Shakespeare en su obra Enrique IV (como “Owen Glendower”), incendió Cardiff y tomó el Castillo. Como el poblado era aún muy pequeño, la mayoría de los edificios, que eran de madera, fueron reducidos a cenizas. Poco después fue reconstruido y comenzó a florecer una vez más.
En 1536 el Acta de Unión de Inglaterra y Gales llevó a la creación de la Comarca de Glamorgan, y Cardiff formó una ciudad condado. La localidad se convirtió en un Municipio Libre en 1542.
En 1793 nació John Crichton-Stuart, 2.º marqués de Bute, quien pasó su vida construyendo los muelles de la localidad y fue llamado «el creador de la moderna Cardiff». Durante la Revolución Industrial, la mayoría del carbón exportado al mundo salía de los puertos de esta ciudad, con lo que alcanzó un gran desarrollo económico, sobretodo a partir de 1830. La ciudad también fortaleció su base industrial con la decisión de Guest, Keen y Nettlefolds (los propietarios de la fundición en Dowlais Merthyr) de construir una nueva acería cerca de los muelles en East Moors en 1890.
Ya en las últimas decadas del siglo XXl la ciudad se ha beneficiado de una profunda reconversión industrial, tras el cierre de East Moors en 1980, que ha supuesto una gran modernización de la ciudad, que hoy en día es una moderna urbe con gran calidad de vida.
Para nuestro primer paseo por Cardiff, nos encaminamos hacia la calle St. Mary Street. Esta calle desemboca en la principal calle comercial de la ciudad, la High Street, donde encontramos la mayor variedad de tiendas de todo tipo y distintos establecimientos de comidas, a parte de ser la zona más animada de Cardiff.
A lo largo de esta calle se encuentran las peculiares «Arcades» o galerías cubiertas de Cardiff. Conservadas desde la época victoriana, mantienen el espíritu inicial y cada una está dedicada a un tipo de producto. Por ejemplo, High Street Arcade es un buen lugar para buscar ropa vintage; Castle Arcade con su pasarela de madera en rojo y blanco, guarda fantásticos cafés o tiendas de música; Wyndham Arcade, pubs y restaurantes, etc. Algunas otras son Morgan Arcade (donde está Spillers Records, considerada la tienda de discos más antigua del mundo) Duke Street Arcade, Dominions Arcade y Royal Arcade, la primera en construirse, en 1858.
Entramos por la High Street Arcade, y al otro lado de la misma nos topamos con la iglesia parroquial de San Juan Bautista, St. John The Baptist Church. Se trata de la unica iglesia medieval que prevalece en el centro de la ciudad de Cardiff. De esta iglesia lo primero que llama la atención es su esbelta torre, coronada por almenas perforadas y cuatro pináculos abiertos. Se inició en 1180 como una capilla dedicada a la Virgen María. En 1404 fue destruida tras la rebelión de Owain Glyndŵr, reconstruyéndose en la segunda mitad del siglo XV.
La calle donde se encuentra esta iglesia es un aniamda calle peatonal, St. John Street, que desemboca en Duke St. En esta calle encontramos un Caffe Nero, donde tomamos una buena merienda consistente en unos tés con una porción de tarta Red Velvet.
Frente a esta cafeteria se alza el principal atractivo turistico de la ciudad de Cardiff, el espléndido Castillo de Cardiff, la razón de la existencia de esta ciudad con sus más de 2000 años de historia. En próximos días lo visitaremos por dentro. Ahora solo recorrimos sus muros exteriores. Solo con ver su grandeza exterior ya impresiona el lugar.
Recorriendo el paseo de derecha a izquierda llegamos hasta un muro más bajo conocido como el Animal Wall. Se trata de una pared donde se encuentran esculpidas las tallas de hasta 15 animales distintos. Fue diseñado por William Burges en 1866, aunque no vio su obra terminada, pues murió antes de su finalización en 1891. Este muro delimita el Bute Park, principal parque de la ciudad.
El muro llega hasta la margen izquierda del rio Taft. No cruzamos el río, sino que continuamos a la izquierda por la calle Wetsgate Street, pasando junto al modernísimo estadio; Millennium Stadium. Un poco más adelante en Quay Street, se encuentra la parada de autobuses, donde podemos tomar uno que nos lleve hasta la Bahía de Cardiff.
La Bahía de Cardiff, o Cardiff Bay, siempre suele estar muy animada, tanto de día como de noche. Bares, tiendas, restaurantes y cafeterías nos invitan a tomar algo, pasear por la mañana o salir a cenar y tomar una copa de noche. Precisamente esto último es lo que queríamos hacer.
Se trata de una de las nuevas zonas de la ciudad. Completamente transformada y rehabilitada y controlada por un dique de reciente construcción, la bahía de Cardiff se ha convertido en una de las señas de identidad de la ciudad. Aquí encontramos desde hoteles de lujo hasta un mini puerto deportivo, además de una gran área dedicada al ocio, con decenas de bares, pubs y restaurantes.
También hay edificios emblemáticos como el impresionante nuevo Parlamento de Gales. Diseñado por Richard Rogers, que en España ha diseñado el Aeropuerto de Barajas o la nueva Bodega Protos. La portentosa arquitectura recuerda a las olas del maren su techo.
Otro edificio singular en el Wales Millennium Centre, apodado por aqui como «El Armadillo». Diseñado por Jonathan Adams, es un gran centro de artes. Inaugurado en noviembre de 2004, en él se llevan a cabo funciones de ópera, ballet, danza, comedia y musicales. El complejo consta de un gran teatro y dos pequeñas salas, tiendas, bares y restaurantes.
Junto al edificio enontramos la Water Tower, de William Pye, de 21 metros de altura. La torre, es una fuente que tiene una corriente intermitente de agua que baja por su estructura metálica.
Otro edificio es el Pierhead, que alberga la Asamblea Nacional de Gales y un Museo de Historia. Es uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Cardiff y se construyó en 1897 para que fuera la nueva sede de la Bute Dock Company. Su torre se la conoce como el Baby Big Ben, el «pequeño Big Ben». Su arquitectura muestra características del gótico frances y renacentista. En su origen fue construido para albergar sede de la Bute Dock Company y, posteriormente, se transformó en las oficinas administrativas del Puerto de Cardiff.
Sin duda, Cardiff Bay, es un sitio ideal para pasear. Con hermosas vistas de la Bahía de Cardiff, los destacados edificios y numerosas esculturas repartidas por todo el paseo.
Caminando llegamos al Mermaid Quay, una enorme zona de ocio donde hay numerosos restaurantes y bares, ideales para cenar.
Y alli nos encontramos con un bar español, llamado Casa de Margarita. Después de tantos días probando la cocina irlandesa y británica, pensamos que era buena opción cambiar a los productos de nuestra tierra. Asi que cenamos allí.
La verdad es que el bar más que de un español, es de un galés enamorado de nuestra tierra, que quiso montar un bar típico de nuestro país aquí. En cualquier caso, comimos muy bien.
Despues de la cena, regresamos al Hostel, y como estaba un poco lejos, optamos por coger un taxi, que nos llevara hasta allá. Antes pudimos echar una ultima mirada al Wales Millennium Centre, ahora bellamente iluminado.