RUTA DEL DIA:
En tren: Dublin-Belfast: 9:35 h a 11:47 h. TOTAL: 2 H 12 MIN.
Nos levantamos temprano, porque había que ir a la estación de trenes de Dublin, Connolly Station, para tomar el tren hacia Belfast. Así que despues de desayunar se puede tomar el Bus 14 ó 15 cualquiera de los cuales, en unos 17 minutos nos deja en la estación.
Nuestro tren sale de Dublin a las 9:35 h y llega a Belfast a las 11:47 h., después de dos horas y 12 minutos de viaje. El precio del billete, ida y vuelta, nos costó 55,00 € cada uno.
Llegamos puntualmente a la capital de Irlanda del Norte, o Ulster, como llaman por aqui a este pais. Nos dirigimos en primer lugar a nuestro alojamiento para los próximos tres días que íbamos a pernoctar aquí. Se podía llegar caminando durante unos 10 minutos desde la Great Victoria Station de Belfast hasta nuestro alojamiento, en el Belfast International Youth Hostel, en el 22-32 de Donegal Road, un muy buen albergue juvenil, en el que una habitación doble, con baño privado, nos costó 56,78 €.
Después del check-in, había que buscar un sitio para almorzar y, a la vuelta de la esquina del Youth Hostel encontramos un pub-restaurante, muy auténtico, llamado Lavery’s, que nos pareció ideal para comer. Comimos unos steaks con patatas fritas, que nos satisfacieron plenamente.
Y, una vez satisfechos nuestros estomagos, llegó el momento de recoger las primeras impresiones de la ciudad de Belfast. Una ciudad que disfruta de la paz despues de muchos años de conflicto. Ahora quiere mostrar su magnífico patrimonio victoriano y eduardiano que aun conserva, pese a la destrucción sufrida con los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
La ciudad de Belfast ha estado poblada desde tiempos arqueológicos, habiéndose encontrado construcciones desde la Edad de Bronce. En el siglo XVII, colonos procedentes de Escocia e Inglaterra se asentaron en esta zona con la intención de expulsar a los católicos, y pese al intento de resistencia por su parte en 1641, la población católica fue duramente tratada.
Entre los siglos XVIII y XIX, la ciudad de Belfast comenzó a lacanzar un gran desarrollo industrial, llegando a superar a Dublín en cuanto a infraestructuras, sobre todo en materia de textiles, tabaco y producción de barcos en los astilleros. No en vano, los astilleros de Harlan and Wolf fueron considerados durante un tiempo como los mejores del mundo y en ellos se armó el impresionante y, por siempre, tristemente recordado Titanic.
Es la capital de Irlanda del Norte desde 1920 y durante gran parte del siglo XX las tensiones entre católicos, que quieren la separación del Reino Unido, y protestantes, que no quieren la independencia, han sido una constante en su panorama político interno e internacional. No en vano el terrorismo ha sido una de las grandes lacras de esta ciudad, encarnado en el IRA, que además de provocar numerosas víctimas inocentes, ha acrecentado las diferencias entre católicos y protestantes, y cuyas actividades finalizaron en 1994. Un importante cambio político ocurrido en los últimos tiempos fueron las primeras victorias de los nacionalistas en las urnas entre 1997 y el 2005, lo cual ha llevado por primera vez a que los independentistas tomen el poder de Irlanda del Norte.
Nuestro Youth Hostel, está bien situado y se pueden alcanzar la mayoría de atractivos turísticos caminando un poco desde aquí, aunque tambien hay buena comunicación de transporte público.
Así caminando durante un cuarto de hora a través de las calles Dublin Road y Bedford Street, alcanzamos uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Belfast City Hall, o Ayuntamiento de Belfast. Se empezó a construir en 1898, cuando la reina Victoria asignó el estatus de ciudad a Belfast. En 1906 ya estuvo finalizado. Es posible visitar el interior de este enorme edificio, algo que haremos dentro de dos dias. Además la visita es gratuita.
Frente al Belfast City Hall, se encuentra la oficina de turismo, Visit Belfast, en la calle Donegal Sq., donde entramos para pedir información turística y un mapa de la ciudad.
Dejando el Belfast City Hall a nuestra derecha, continuamos por la calle de la oficina de turismo hasta la calle Chichester Street, que llega hasta el cruce con Victoria Street. En esta calle hacia la izquierda vemos a unos 200 metros una torre que se asemeja mucho al Big Ben de Londres. Se trata del Albert Memorial Clock. Esta torre se terminó en 1869 y es uno de los monumentos más conocidos de Belfast. Fue construido en honor del difunto principe Albert, esposo de la Reina Victoria. Se establecío un concurso de ideas para construir el monumento y el ganador fue el diseño de W. J. Barre.
Mezcla estilos góticos italianos y franceses y mide 113 pies (35 metros) de altura. La base de la torre cuenta con contrafuertes voladores con leones heráldicos. Una estatua del Príncipe se encuentra en el lado occidental de la torre y fue esculpida por S.F. Lynn. Como curiosidad la torre que esta sustentada sobre pilones de madera en tierra pantanosa, está un poco inclinada. Esto dio lugar a la expresión de que la torre «tiene el tiempo y la inclinación«.
Al estar la torre situada muy cerca de los muelles de Belfast, durante años fue un lugar muy degradado al ser punto de encuentro de prostitutas con los marinos mercantes que atracaban en el puerto. Hoy en día la zona ha experimentado una profunda regeneración que ha convertido la Queen Square y Custom Square, en espacios públicos atractivos y modernos con árboles, fuentes y esculturas.
Desandando unos pasos, nos encontramos con el mayor centro comercial de Belfast, Victoria Square. Se inauguró en 2008 y es el más grande de Irlanda del Norte con 75.000 m2, con numerosas tiendas, cines, restaurantes, bares y cafés. Desde su espectacular cúpula de cristal se pueden ver vistas panorámicas de toda la ciudad. Aquí aprovechamos para tomar un té de merienda e hicimos algunas compras.
Frente a la entrada principal del centro comercial encontramos la curiosa fuente, la Jaffe Memorial fountain. La fuente de agua potable estaba dedicada a Daniel Joseph Jaffe, un hombre de negocios, político y filántropo, y se erigió en 1874. Este hombre fundo la empresa Jaffe Brothers y fue un impulsor del comercio del lino en el Ulster. Esta fuente hasta 1933 se encontraba cerca del almacén en 10,Donegall Square South.
Por detrás de Victoria Square encontramos una estrecha callejuela llamada Pottinger’s Entry, donde se encuentran algunos de los más famosos pubs de la ciudad, como el The Mornings Star. Este pub era originalmente el punto de partida para el correo entre Belfast y Dublín, y cuenta con muchos premios por su cocina, formando parte de la lista de los cien mejores pubs de Irlanda.
En los alrededores de Victoria Square se encuentra una serie de amplias calles peatonales donde se localiza la principal zona comercial de la ciudad, con todo tipo de tiendas de las más variadas marcas.
Más adelante, se encuentra la Catedral de Santa Ana, St. Anne’s Cathedral, en el llamado Cathedral Quarter, una zona en la que podemos admirar numerosos edificios de estilo victoriano y arquitectura Art Decó. La primera piedra de este templo, diseñado por Sir Thomas Drew, se colocó en 1899 por la Condesa de Shafstesbury, sobre los terrenos de una antigua iglesia. Se consagró en 1904. Resultó bastante dañada durante la II Guerra Mundial y posteriormente se restauró.
En abril de 2007 se instaló una aguja, espiral de acero inoxidable de 40 metros en lo alto de la catedral. Llamada «la Espiral de la Esperanza«, la estructura se ilumina de noche y es parte del programa de desarrollo del distrito.
Muy cerca de la catedral en la calle Donegall Street Place, nos encontramos, casi por casualidad con el ICTU Mural. Una de las rutas más interesantes que se puede hacer por la ciudad de Belfast, es la de sus murales. Enormes pinturas murales en las fachadas de los edificios que representan los más variados temas referidos principalmente a la historia de los conflictos politicos y religiosos que han azotado la ciudad a lo largo del siglo XX. La mayoría de estos murales es encuentran en la zona Shankill Road y Falls Road, que visitaremos en los próximos días. Pero un de los mñas bellos se encuentra aqui en un callejón de Donegall Street.
Es un mural que conmemora la creacion del Irish Congress Of Trade Unions (ICTU), formado en 1959 con la fusión de los sindicatos del Congreso de Sindicatos de Irlanda. A primera vista cuesta descubrir la escultura del sindicalista dando un mitin.
Vamos regresando hacia Victoria Square pues queremos llegar hasta el muelle de Belfast. En el camino encontramos el edificio del Antiguo Ayuntamiento de Belfast. Old Town Hall, diseñado por Anthony Jackson entre 1869-71. En su época fue un edificio fundamental para los muelles y negocios de la ciudad. Cuando Belfast alcanzó el estatus de ciudad en 1888, se consideró que este edificio era demasiado pequeño y se comenzó la construcción del City Hall, que hemos visto antes. Actualmente el el Tribunal de Justicia del Condado de Belfast. Anteriormente fue la sede del Partido Unionista del Ulster (UUP).
Ahora nos vamos hasta el muelle de Belfast y nos encontramos con la bonita estatua de cerámica del The Big Fish. Es obra de John Kindness, de 1999 y tiene 10 metros de largo. En las piezas de cerámica incrustadas en la escultura se han serigrafiado hechos importantes en la historia de la ciudad.
Frente al Big Fish, se encuentran el edificio de la Aduana, o Custom House, y la moderna torre de vidrio y metal, del Grafton Recruitment Belfast, algo así como la oficina de empleo de la ciudad.
Detrás del edificio de la Aduana se encuentra la plaza Custom Square, donde en este día se estaba celebrando un evento musical. El Festival Belsonic, patrocinado por el diario Daily Mirror. Desde aquí vemos a lo lejos la enorme grua amarilla de los astilleros de Harland and Wolff (H & W), los que construyeron el Titanic.
Y frente al lugar del festival un pub, el histórico pub McHughs de 1711. Era la hora de tomar una pinta de cerveza, así que no dudamos en entrar en este precioso pub. Un grupo musical nos amenizó la estancia, junto al sonido de la música que nos llegaba del concierto del exterior.
Después de un buen rato en el pub McHughs regresamos hacia la zona del City Hall, y en la calle Great Victoria Street, encontramos una estilosa pizzería llamada Pizza Jazz, donde decidimos entrar para cenar. Tomamos unas excelentes pizzas.
Frente a la pizzeria se encuentra el edificio de la ópera de Belfast, Grand Opera House, diseñado en 1895 por el prolífico arquitecto de teatros de la época Frank Matcham. Según dicen los expertos su «magnífico auditorio es probablemente el mejor ejemplo de la supervivencia en el Reino Unido del estilo oriental aplicado a la arquitectura de Teatros».
Ya regresamos al City Hall. En un lateral de este edificio, concretamente el que da a la calle Donegall Square South y Ten Square, se encuentran las paradas de autobuses. Allí tomamos el número 9b hasta nuestro albergue, pues ya tocaba descansar. Mañana más.