Y día 18º: Albi, Aeropuerto Toulouse, Sevilla.

 RUTA DEL DIA:

Albi – Aeropuerto de Toulouse: 86,3 kms.

Vuelo Toulouse – Sevilla: 1 h y 45 min.

Y llegó el final. Ultimo día de viaje. Nos levantamos temprano para aprovechar bien el medio día que nos quedaba en Albi. Teníamos previsto dejar Albi en dirección al Aeropuerto de Toulouse, a una hora de distancia, no más tarde de las 14:00 h., pues nuestro vuelo salía a las 17:40 h.

Así después de un buen desayuno en el Hotel Brasserie du Parc, y de dejar las maletas en el coche, que aun seguía en el parking, nos encaminamos sin más dilación al centro de Albi, para visitar la Catedral y el Museo Toulouse-Lautrec.

Tenemos nuevamente la ocasion de admirar la belleza de las calles de Albi, con esa homogeneidad en la construcción de sus casas, con los ladrillos de arcilla roja del río Tarn.

Llegamos a la Catedral de Sainte Cecile. La visita a la catedral incluyendo el coro y el tesoro cuesta 6 €, y con la entrada te dan un audioguía. La entrada se hace por la puerta hecha por el maestro Dominique de Florence.

La Catedral de Albi, Patrimonio de la UNESCO, como no podia ser de otro modo, tiene una serie de records como ser el edificio construido de ladrillos más grande del mundo con sus 113 metros de largo, 35 de ancho y la torre de 78 metros de altura. También es la catedral pintada más grande de Europa con 18.500 m2 de frescos y decoraciones, conformandose casi como una auténtica Biblia ilustrada.

La catedral de una sola planta, rodeada de capillas entre los contrafuertes, se divide en dos partes, la nave del altar mayor y el coro. Bajo el fabuloso órgano de Christophe Moucherel, del siglo XVIII, se encuentra la representación del Juicio Final, la pintura mñas antigua del recinto, que data del siglo XV.

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Esta ofrece una fabulosa imagen donde Cielo, Purgatorio e Infierno son expuestos a lo largo de más de 200 m2 de superficie. En la parte inferior, los castigos de los 7 pecados capitales no pasan desapercibidos. Supone un juego intentar reconocerlos. Esta gran obra perdió su parte central, que fue destruida a fines del siglo XVII, para abrir acceso a la capilla del sagrario en la parte posterior: allí se veía sin duda a Cristo Juez y al arcángel san Miguel, pesador de almas.

Las pinturas de la boveda son un claro ejemplo del arte renacentista italiano, sobre un fondo de color azul profundo, tardó en realizarse tres años (1509-1512). Vale la pena tomarse un buen tiempo en observar los colores, motivos geométricos y trampantojos que decoran esta bóveda y el triforio.

Un muro de piedra blanca, decorado en un excelso gótico flamígero, separa las dos partes de la iglesia. Se hizo entre 1477 y 1484. Este cierre deja un deambulatorio que rodea el coro.

Se accede al deambulatorio que rodea el Coro de los Canonigos, por la izquierda del trascoro. Justo ahí, se encuentra un altar dedicado a Santa Cecilia, patrona de la catedral donde se exponen sus reliquias y se muestra una sobrecogedora imagen suya. Santa Cecilia fue una noble romana convertida al cristianismo y que fue martirizada por su fe en fechas no determinadas entre los años 180 y 230.

El llamado Coro Alto de los Canónigos, es la gran joya dentro de la joya que es la Catedral de Albi. Conforma un aautentica iglesia dentro de la Catedral. Es el único coro que se conserva íntegro en Francia.

Los vanos de la torre del coro presentan una red que asemeja llamas; por lo demás, la fachada externa de la galería expone todos los elementos fundamentales del gótico tardío: arcos conopiales y contracurvas que generan un dinamismo arquitectónico reforzado por verticales bien marcadas.

Ninguna estructura, bóveda, zócalo u otra es monolítica (de una sola piedra): todas están compuestas de varios elementos y el ensamblaje de éstos, recubiertos de una decoración compleja, ha requerido gran precisión en su tallado. Más aún: las juntas son escasamente visibles.

Hay que fijarse en todos los detalles, las diversas esculturas de piedra, talladas por artesanos bourguignons, con sus ropas, rasgos de las caras, pliegues de la piel. Un realismo tal que pareciera que en cualquier momento se fueran a mover.

No podemos más que confirmar que esta catedral es única. Sinceramente creo que es la mejor catedral que hemos visitado nunca, detras de San Pedro del Vaticano. Y os podemos asegurar que hemos visitado muchas a lo largo de nuestros viajes, como podeis comprobar en las diferentes entradas de este blog.

A parte del coro, hya que fijarse en las diversas capillas que lo rodean, todas de un enorme valor artistico, asi como decoracion de la boveda. Necesitaríamos horas, sino dias, para descifrar todo lo que se representa en estas pinturas.

Finalmente, la visita a la catedral termina con la entrada en la antigua sala del tesoro y de los archivos, la caja fuerte, contiene todo tipo de objetos preciosos del siglo XIV hasta el XIX que pertenecieron al Chapitre. Otro tesoro, el facsímil del Mapamundi se encuentra expuesto de junio a septiembre. Conservado desde hace más de 1300 años por los albigenses, el Mapamundi es un testimonio inestimable de la historia de la humanidad.

Despues de visitar esta impresionante Catedral un escalofrío nos recorrió el cuerpo al pensar que esta joya universal, pudo ser destruida con la Revolución Francesa. En los momentos más cruciales del terror, las iglesias fueron utilizadas como almacenes de forraje. Las obras de arte que atesoraban fueron saqueadas. Se pensó en demoler la galería del trascoro y el coro de la catedral y recubrir las pinturas, al considerarlas símbolos del « fanatismo y de la superstición ».

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Fue el ingeniero Mariès quien la salvó del vandalismo: escribió al ministro del Interior y Cultos, Roland, que le respondió rápidamente y le pidió a los administradores del departamento postergar los proyectos de destrucción. La Revolución Francesa provocó sin embargo la desaparición de varias estatuas de la galería del trascoro, la pérdida de relicarios, cruces, objetos de orfebrería transformados en monedas y la fundición de las placas de tumbas de bronce. Pero  al menos nos quedó el edificio que ya es mucho.

Este hecho nos hace valorar aun más las obras artisticas que nos quedan: Cuantas vcisitudes han tenido que pasar, hasta llegar a nuestros días guerras, incendios y hasta nuevos planes urbanísticos. Y cuantas joyas se han perdido al no poder soportar el paso del tiempo.

En fin, sigamos el camino. Ahora nos vamos hasta el Palacio de la Berbie, para visitar el Museo de Toulouse-Lautrec, que se alberga en su interior. La entrada cuesta 9 €, con audioguía incluida.

El Palacio de la Berbie no ha corrido la misma suerte de la Catedral, en el curso de su historia y por ello, ha perdido mucho de su patrimonio artístico de su interior. Se conservan salas abovedadas de ladrillo, grandes salones y suelos de época, techos pintados… también podemos admirar uno de los suelos más importantes de terracota barnizada del siglo XIII.

El palacio paso a ser de titularidad publica en 1905 y en 1907 fue cedido al Ayuntamiento de Albi.  En 1922 la madre del pintor y su marchante abrieron este museo en el palacio. En 2012 se culminaron unos profundos trabajos de remodelación del museo, que requirieron doce años, y nos lo muestran como está en la actualidad.

Este celebre pintor de nombre Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Monfa pertenecía a una de las grandes familias aristócratas de la región sudoeste de Francia, descendiente de los condes de Toulouse. Su padre, el conde Alphonse de Toulouse-Lautrec-Monfa y su madre Adèle Tapié de Céleyran eran primos hermanos.

Henri de Toulouse-Lautrec nació en Albi en el hotel du Bosc, en 1864, pero pasó gran parte de su infancia en la propiedad de la parte materna, el Château du Bosc en Camjac, Aveyron. Durante su adolescencia, el joven Henri sufrió una fractura del fémur izquierdo y de la pierna derecha. Enfermo de picnodisostosis, una rara enfermedad hereditaria que afecta a los huesos, su crecimiento se detuvo lo que provocó que no midiera más de 1,52 metros. Falleció con tan solo 37 años, en 1901, a consecuencia de la sifilis, por su mala vida en Paris. Su marcha a Paris se produjo en 1881, buscando un lugar dodne desarrollar su carrera como pintor, lo que siempre fue su mayor ilusión.

Nos dejó una obra inmensa compuesta por más de 700 pinturas, 275 acuarelas y 369 litografías. Fue enterrado en Verdelais, Gironde.

La obra de Toulouse-Lautrec se caracteriza por su estilo fotográfico, al que corresponden la espontaneidad y la capacidad de captar el movimiento en sus escenas y sus personajes, siendo el suyo un estilo muy característico. A esto hay que añadir la originalidad de sus encuadres, influencia del arte japonés, que se manifiesta en las líneas compositivas diagonales y el corte repentino de las figuras por los bordes.

Además se dice que tenia memoria fotografica y pintaba de forma muy rápida. Su primera influencia fue el impresionismo, sobre todo de Degas y su temática urbana. Fue la auténtica vanguardia del modernismo y el art noveau.

Lautrec fue fundamentalmente un dibujante e ilustrador, tareas que le permitieron subsistir. Sus pinturas al óleo son comparativamente escasas y apenas las expuso en vida. Al contrario que Van Gogh, su fama de persona marginal no implicó que fuese un artista fracasado; y de hecho fue muy popular por sus ilustraciones y carteles publicitarios.

Aparte de la obra de Toulouse-Lautrec, el museo alberga en la segunda planta una colección de arte moderno que nos permite descubrir el arte de la primera mitad del siglo XX para poder observar las amistades artísticas y contemporaneas de Henri de Toulouse-Lautrec: Emile Bernard (1868-1941), Maurice Denis (1870-1943), Pierre Bonnard (1867-1947), así como un conjunto de artistas que pertenecen a la llamada «Réalité poétique» (Realidad poética).

Pasaba la una de la tarde, cuando terminamos la visita a este museo. Ya no teniamos tiempo para más y regresamos al parking para ponernos en camino del aeropuerto del Toulouse. Así que recorrimos de vuelta las calles de Albi sin detenernos mucho mas. Pasamos junto a la Iglesia de Saint Salvi, iglesia colegial ubicada sobre una elevación del terreno, dedicada al primer obispo de la ciudad. Se construyó a partir del siglo XI, en el lugar donde se haya la tumba de este obispo. Posteriormente se remodeló en el siglo XIII. Una mezcla de estilos se encuentra en el nivel del campanario cuya base es románica, con bandas llamadas «lombardas», y el suelo en ladrillo y gótico. Una torre de vigilancia con el escudo de armas de la ciudad supera el conjunto.

No nos detuvimos más. Para no perder tiempo en almorzar, buscamos los más rápido un Burger King. Hay uno cerca de la carretera N-88, que conecta Albi con Toulouse. Lo encontramos como se encuentra todo hoy en dia, buscando por internet.

Llegamos al aeropuerto de Toulouse-Blagnac, pasadas las 15:30 h. Por cierto, que no encomtramos ninguna gasolinera en la carretera N-88, asi que una vez que llegamos a la entrada de los parkings del aeropuerto, tuvimos que dar la vuelta y otra vez gracias a internet, buscar la gasolinera más cercana, para dejar el depósito del coche lleno antes de su devolución al Rent-a-car.

En cualquier caso,  llegamos con tiempo suficiente a la terminal del aeropuerto para poder dar una vuelta por la Duty-Free y llevarnos unas botellas del buen vino francés.

El vuelo acumuló un retraso de casi una hora, para salir, con lo que llegamos a Sevilla en vez de a la prevista hora de las 19:25, más cerca de las 20:30 horas.

Y así, terminó nuestro viaje del verano de 2019, por La Provenza, Costa Azul y Languedoc-Rousillon de Francia, celebrando nuestro regreso con lo que más echamos de menos en estos dias en Francia, una buena fritura de pescaito frito de  nuestra tierra.

COROLARIO

El viaje del verano de 2019, se acabó. Han sido 18 días recorriendo el sureste de Francia. Y la verdad es que a pesar de haber visitado solo dos regiones del país, tenemos la sensación, por la variedad, de haber realizado varios viajes en vez de uno.

Todo empezó conociendo la vibrante y esfervecente ciudad de Marsella. Desde allí, pusimos dirección hacia el interior de la Provenza, pasando por lugares llenos de historia como Avignon o el Pont-du-Gard y tras ello adentrarnos en una región agreste con una abrupta geografía (Clue de Barles, Gargantas del Verdon), altas montañas (Mont Ventoux), con bellísimos pueblos medievales colgados de la montaña (Gordes, Rousillon, Oppedette, Nyons, …). Hemos visto imponentes campos de lavanda y conocido las tradiciones populares del lugar (Uzés, Digne-les-Bains).

Desde allí, atravensando la ciudad del perfume (Grasse), llegamos hasta la Costa Azul, o Côte d’Azur. Aquí descubrimos el lujo, el glamour y la elegancia en ciudades como Menton, Niza, Cannes o Saint-Tropez, pero sobretodo en el Principado de Monaco. Un turismo de alto nivel, que llenaba calles y playas de esta mítica región de la Riviera francesa.

El tercer viaje de nuestro gran viaje, comenzó al abandonar Cannes en dirección a la Occitania, o Languedoc-Rousillon. Primero atravesando ciudades con un inmenso patrimonio historico, como Aix-en-Provence, Arles o Nimes. Después llegando a una costa más local, menos conocida que la de la Costa Azul. Unas inmensas playas de finisisma arena, donde llegamos a introducirnos en el mundo del naturismo (Cap D’Agde). Una región donde pudimos disfrutar de una deliciosa gastronomía marinera, a base de pescados, mariscos y moluscos o coquilages, que asi le llaman por aquí.No solo de playas vive esta región, pues vimos bellas ciudades como Beziers, Sete o Agde.

Tambien conocimos impresionantes ciudades del interior de la Occitania como Carcassone o Albi. Y pudimos tambien disfrutar de su gastronomia del interior como sopa de ajo de Lautrec o la cassoulet de Carcassone.

En definitiva un viaje, una vez más inolvidable, del que sacamos multitud de vivencias y experienzas que recordaremos por siempre, acumulándolas a las que ya obtuvimos en anteriores viajes, porque no hay mejor forma de enriquecimiento cultural que viajar a otros lugares desconocidos. Viajar siempre es una fuente de alegría, reflexión y autodescubrimiento, explorar nuevos climas, (muy caluroso el de este año) y culturas, sumergirnos en ellos y estimular nuestra mente.

Y como le veo tantas cosas positivas a esto de viajar, escribo este blog, como ya escribí los de otros viajes realizados en años anteriores, para compartir estas experiencias y tratar de ayudar a otros futuros viajeros para que disfruten tanto como nosotros lo hemos hecho.

Espero que las líneas escritas en cada una de las entradas de este blog os puedan servir para preparar vuestros viajes. Me pongo a vuestra disposición, desinteresada, si quereis consultarme algo, sobre estos viajes, a traves de los comentarios en este blog o enviando e-mails a mi dirección: guadalq62@gmail.com.

Un cariñoso saludo de Luis y Consu, y hasta el próximo viaje de «LAS RUTAS VIAJERAS DE LUIS».

 

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