RUTA DEL DIA:
Füssen – Wieskirche: 26,9 kms.
Wieskirche – Steingaden: 5,5 kms.
Steingaden – Rottenbuch: 12,5 kms.
Rottenbuch – Schongau: 14,5 kms.
Schongau – Landsberg am Lech: 28 kms.
Landsberg am Lech – Friedberg: 41,1 kms.
Friedberg – Augsburg: 8,6 kms. TOTAL: 137,1 KMS.
Y por fin, al sexto día de nuestro viaje llegó el momento de recorrer la mítica Ruta Romántica o «Romantische Strasse».
Y ¿qué es la Romantische Strasse?. Desde 1950, la unión perfecta entre la naturaleza, la cultura y la hospitalidad ha sido el principal distintivo de la Ruta Romántica. Esta ruta vacacional, que discurre desde el río Meno hasta los Alpes, es la más conocida y apreciada de Alemania. Esta Ruta de 350 kilómetros entre Würzburg al norte y Füssen al sur, muestra lo más profundo y auténtico de Alemania, su historia, cultura y arte, junto a un paisaje cambiante. De norte a sur el paisaje cambia sin cesar: valles, fértiles campos labrantíos, bosques, praderas y, por último, las grandiosas montañas.
La Ruta Romántica se diseñó en 1950, con el resurgir de Alemania tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de recuperar el turismo en el país, y para ello se empezó a desarrollar esta Ruta que recorre bellas ciudades medievales, tratando de mostrar en fin otro país, pleno de alegría, multifacético e inmerso dentro del devenir común de la historia europea.
En realidad fueron los romanos quienes trazaron por primera vez la ruta. Ello es se puede constatar en el tramo sur de la Ruta. Así en el año 47 A.C. fue delineada la Via Claudia Augusta por los pasos alpinos de Reschen- y Fernpaß por Füssen hasta Augsburg siguiendo posteriormente el curso del Danubio.
Durante el recorrido bien señalizado por unas placas marrones, se atraviesan no menos de 30 pueblos y ciudades maravillosos, cargados de patrimonio e historia. Y eso es lo que vamos a recorrer durante los próximos tres días, deteniéndonos en cada uno de ellos, para disfrutar de todo lo que nos puedan ofrecer. Nosotros vamos a realizar el recorrido inverso de sur a norte, empezando por tanto en Füssen y terminando en Würzburg.
Asi, la primera visita es a la localidad en la que nos hemos alojado durante estos dos ultimo días, Füssen. Después de desayunar en el apartamento, nos dirigimos hasta la calle Reichenstrasse, la calle principal de Füssen y que supone el inicio del recorrido por la casco medieval.
El coche lo aparcamos en la cercana Ritterstrasse, cerca de una bonita fuente, llamada Mädchenbrunnen, o Fuente de las muchachas, que representa a unas niñas jugueteando en un estanque.
Desde esta calle en pocos pasos se alcanza la comercial calle de Reichenstrasse, donde podemos apreciar los bonitos edificios de colores, que vamos a ir viendo en todas las localidades que vamos ha recorrer durante estos días.
Al final de esta calle se encuentra la Stadtbrunnen, o fuente de la ciudad. Hasta aquí se acercaban, en la época medieval, los habitantes de esta ciudad para tomar el agua necesaria para sus quehaceres. La fuente se corona con una estatua de San Magnus, el patrón de la ciudad. En la misma plaza se encuentra también el Ayuntamiento de la ciudad.
Junto a esta fuente, nos llamo poderosamente la atención una casa de color amarillo con un bonito balcón decorado en tonos grises. Lo mas llamativo es que la decoración de ese balcón y de todo el edificio es pinta simulando molduras, es lo que se conoce como trampantojo. Esto es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el entorno arquitectónico (real o simulado), la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos y de fingimiento, consiguiendo una «realidad intensificada» o «sustitución de la realidad». El nombre de trampantojo viene de la fusión de las palabras: «trampa ante ojo».
Desde aquí, caminando hacia la derecha se llega a la colina del castillo de Füssen, o Höhes Schloss. Este castillo se comenzó a construir en el año 1269 por el Duque de Baviera. Posteriormente, los obispos de Augsburgo completaron la obra durante los años 1486 hasta 1503, que lo utilizaron como residencia de verano. Los edificios principales se sitúan en torno a un gran patio central. También aquí se utiliza la técnica del trampantojo para decorar las fachadas.
A los pies del castillo se encuentra el Monasterio benedictino de San Magnus con su basílica. El origen de este monasterio data del siglo IX, siendo posteriormente remodelado en el siglo XVIII. El mayor testimonio del pasado románico de esta iglesia lo tenemos en su torre con el techo a dos aguas.
Bordeando este monasterio regresamos hasta donde teníamos aparcado nuestro coche. Ya dejamos Füssen y continuamos nuestra ruta por la Romantische Strasse. La siguiente parada: Wieskirche, o Iglesia de Wies.
La conocida como «iglesia de peregrinación el Salvador condenado a la flagelación en el prado» a los pies de los Alpes está considerada una de las obras más perfectas del rococó bávaro. Casi un millón de visitantes acuden de todos los lugares del mundo cada año a este lugar, a contemplar, admirar, orar, asistir a misa, escuchar música durante alguno de los conciertos celebrados en verano y, obviamente, a experimentar un absoluto recogimiento.
Una estatua de la flagelación de Jesucristo se creó en 1730. Posteriormente, la estatua se arrumbó en un desván, donde estuvo guardada ocho años, hasta que en 1738 una campesina llamada Maria Lory, bajó al desván y la encontró con lágrimas y gotas de sangre en la figura.
Rápidamente se difundió el suceso y empezaron a llegar cada vez más peregrinos, de modo que la capilla lugareña de madera, construida en 1740, no pudo acoger a tanta gente. Asi en el 1746 se puso la primera piedra de la iglesia actual. El resultado es una maravillosa iglesia de estilo rococó, que en la actualidad esta registrada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La imagen del altar procede del pintor de la corte Balthasar August Albrecht, de Múnich; las figuras de los cuatro Santos Padres de occidente, San Jerónimo, San Ambrosio, San Agustino y San Gregorio Magno, son obra del escultor tirolés Anton Sturm. El suntuoso estucado realizado por Dominikus Zimmermann y las pinturas del techo de su hermano Johann Baptist Zimmermann, pintor de la corte del príncipe elector de Baviera, crean una decoración encantadora y dotada ligeramente de movimiento, cuya riqueza y delicadeza resultan inalcanzables.
Las guirnaldas del estucado, bañadas lujosamente en oro, y las famosas pinturas del techo en la cúpula de la iglesia, compuestas por un fresco primorosamente elaborado en estilo trampantojo, son obras maestras de la genialidad humana y maravilloso testimonio de una profunda devoción.
Al inicio del camino hacia la Iglesia, se encuentra la pequeña capilla, donde originalmente se encontraba la imagen del Salvador flajelado. En la actualidad en su altar se encuentra una pintura que recrea la procesión de la imagen desde esta pequeña capilla a la Iglesia definitiva.
Así de fuerte, con la visita a este impresionante monumento, comenzó nuestra ruta romántica, pero había que seguir. La siguiente parada Steingaden.
Steingaden es una pequeña localidad situada en el cruce de dos rutas históricas, la ruta romántica y la ruta alpina. A esta localidad pertenece la iglesia de Wies que acabamos de ver. Dentro del pueblo el monumento más representativo es el Monasterio de San Juan Bautista o Welfenmunster. Data del siglo XII y su exterior no hace presagiar la incomparable belleza de su interior.
El interior muestra un magnifico ejemplo del recargado barroco alemán, con sus frescos y altares ricamente decorados, hasta tal punto que en poco desmerece a lo que vimos en la Iglesia de Wies.
Desde un lateral se accede a lo que en su día fue el claustro del monasterio. Aquí hay un pequeño huerto de plantas aromáticas y medicinales, donde los más curioso son las pequeñas estatuillas que hay repartidas por todo el huerto, que representan a monjes realizando las actividades propias del lugar.
Continuamos el camino y la siguiente parada es Rottenbuch. Esta es otra diminuta localidad dominada por el Monasterio de los Agustinos, del siglo XII. También posee una bellísima iglesia barroca, al estilo de las que hemos visto anteriormente, la Iglesia de Maria Geburt.
A estas alturas ya empezábamos a comprender de donde viene la fama que tiene la Ruta Romántica como destino turístico. Y asi, seguimos el camino deseando ver más.
Así, en poco kilómetros llegamos a Schongau. Una localidad un poco mayor que las anteriores. Se trata de una localidad medieval asentado en un promontorio sobre el rio Lech. Las murallas que rodean al pueblo dan idea de su importancia durante la Edad Media.
En su plaza principal se encuentra la Iglesia Maria Himmelfart, también de estilo barroco pero no tan recargado como las anteriores, llamando la atención su imponente torre campanario.
Después de dar un pequeño paseo para admirar las casas de estilo medieval, perfectamente conservadas, que este pueblo tiene continuamos la ruta.
Habíamos recorrido ya unos 60 kms desde que partimos de Füssen. Cuanto arte en tan corto recorrido, verdad?. Pues solo a unos 28 kms mas adelante llegamos a Landsberg am Lech. Esta si es una población más importante. También de estilo medieval posee una gran muralla con varias torres de entrada a la ciudad. Fue fundada hace 850 años, y se articula entorno a su gran plaza del mercado, dominada por la Torre Schmalz y casas patricias.
El rio Lech es retenido en esta población por un pequeño dique, lo que ha dado lugar a la creación de un bello estanque y a la formación de una playa arenosa en uno de sus márgenes que es aprovechada por los lugareños para tomar el sol e incluso un baño.
Como curiosidad en la prisión de esta localidad estuvo preso en 1924, Adolf Hitler, por un intento de golpe de estado. Aquí escribió su libro Mein Kampf. Posteriormente, algunos de los nazis acusados en el Juicio de Nuremberg, también estuvieron encarcelados aquí.
En la plaza del mercado de Landsberg am Lech encontramos un bar donde decidimos almorzar que ya era hora. Probamos una carne estofada al estilo del lugar, bastante sabrosa.
Después del almuerzo continuamos la ruta en dirección a Augsburg. Antes de llegar a esta ciudad, donde pernoctaremos esta noche, nos detuvimos en Friedberg, Otro bonito pueblo de traza medieval donde destaca la Marienplatz. En el centro de esta plaza se encuentra la columna de Maria. Son bastante comunes estos monumentos en los pueblos de esta región. Todo ellos tiene que ver con la terrible plaga de la peste que asoló estos países durante la Edad Media. Se plantaban estas columnas en agradecimientos a la Virgen Maria, por el fin de la peste.
Finalmente, a unos 8 kms de Friedberg se encuentra Augsburgo, nuestro destino para el primer día de nuestro recorrido por la Ruta Romántica, a donde llegamos pasadas las siete de la tarde. Augsburgo es una ciudad de unos 250.000 habitantes. Su nombre viene del origen romano de la ciudad, Augusta. Fue fundada hace 2000 años por el emperador Augusto, siendo una de las ciudades más antiguas de Alemania.
En Augsburgo nos alojamos en el Übernacht Hostel, a pocos pasos del centro de la ciudad, en la calle Karlstrasse, 4. El precio en una habitación doble con baño compartido fue de 46 € la noche.
Ya caía la tarde, cuando terminamos el check-in en el Hotel, con lo que dimos un breve paseo por la muy comercial calle Maximilianstrasse, llegando hasta la enorme gran plaza del Ayuntamiento.
Continuamos paseando por las bonitas calles alrededor de esta plaza, hasta la hora de cenar. Para ello elegimos una pizzería en la plaza del Ayuntamiento donde degustamos unas pizzas espectaculares acompañadas de las imprescindibles cervezas alemanas.
Asi, terminó nuestro primer dia por la Ruta Romántica. Mañana antes de dejar Augsburgo, tendremos oportunidad de ver sus atractivos turísticos.