RUTA DEL DIA:
Reikjavik - Thingvellir N.P.: 40,2 Kms.
Thingvellir N.P. - Geysir: 60,3 Kms.
Geysir - Gullfoss: 9 Kms.
Gullfoss - Seljalandfoss: 117 Kms.
Seljalandfoss - Skogafoss: 29,3 Kms. 
TOTAL: 255,8 Kms.

Como habíamos previsto a las 4 de la mañana el sol estaba en todo lo alto de Reikajvik. Y sus primeros rayos entraban por las ventanas de nuestra Camper.

Todavía aguantamos un rato en la cama, pero apenas a las 8:00 de la mañana ya estábamos en planta. Estrenamos nuestro kit de cocina, con el desayuno que nos preparamos en la pequeña cocina común del camping, y después abandonamos el camping para dirigirnos al centro de Reikjavik. Para desayunar como Dios manda, ya nos proveímos en España de unos buenos blíster de jamón ibérico y botecitos de aceite de oliva, de menos de 100 ml para que pasen los controles del aeropuerto. Qué lujo es desayunar una tostada de jamón ibérico con aceite de oliva en Islandia!!!.

Antes de dejar la capital queríamos hacer un poco de turismo por la misma, pues en el día anterior apenas vimos nada.

La zona más turística se localiza en torno al Distrito 101, lo primero que hicimos es parar en la carretera del paseo marítimo de Reikjavik, maravillándonos del cielo que había en ese momento y de la pureza del aire. El viento del día anterior había aplacado aunque seguía haciendo mucho frío.

El paseo marítimo discurre a lo largo de la bahía de Faxaflói en pleno Atlántico Norte. En medio del paseo se encuentra el Solfar, o Viajero del Sol. Es una escultura que representa el esqueleto de un barco vikingo. El paseo marítimo se extiende por unos 3 kms. y termina en el Edificio Harpa. Inaugurado en 2011 se ha convertido en uno de los edificios más representativos de la ciudad. Sus formas geométricas de cristal verde llaman mucho la atención. Este edificio está dedicado a conciertos y exposiciones.

A continuación nos dirigimos al centro para visitar la iglesia Hallgrímskirkja, que domina el Skyline de la ciudad, por su altura y por estar ubicada en una colina en el centro de la ciudad. Esta iglesia se tardó en construir 40 años, terminándose en 1986. La torre mide casi 75 mts de altura. Es una iglesia luterana y su nombre está dedicado al poeta islandés Hallgrímur Péturson. Se dice que el arquitecto de la iglesia, Guðjón Samúelsson, se inspiró en los flujos de lava basáltica del paisaje de Islandia para construir la fachada. El interior es muy sobrio sin apenas decoración.

Yo, la verdad, es que la veo bastante fea, pero el libro de los gustos no está escrito.

Delante de la iglesia se encuentra la imponente escultura en honor del líder noruego Ingólfur Arnason, que en el año 874 se convirtió en el primer colono permanente de la isla, según se cuenta en el «Libro del Asentamiento» o Landnámabók. Este libro es un antiguo manuscrito islandés que narra con mucho detalle el asentamiento de los nórdicos en Islandia durante los siglos IX y X, hablando de los descendientes de los colonos originarios, que según el libro fueron más de 400, y relatando importantes acontecimientos e historia familiar hasta el siglo XII. Unas 3400 personas y 1400 asentamientos son nombrados y descritos en este libro. Sigue siendo una fuente valiosísima tanto de historia como de genealogía para los islandeses, y por ello es considerada una monumental obra de la historia islandesa.

Hasta el siglo XX la población de Islandia dependía de la pesca y la agricultura. Esta isla formó parte de los reinos de Noruega y Dinamarca hasta que en 1944 obtuvo su independencia y la economía islandesa se desarrolló rápidamente. Hoy en día es el séptimo país por renta per cápita del mundo y uno de los países con mejor nivel de vida.

Bueno, pues desde la iglesia Hallgrímskirkja, surgen unas calles semi-peatonales, con tiendas y bares, que podrían considerarse como el centro de la ciudad. Aquí podemos ver algunas casas con tejados a dos aguas y vivos colores, que son típicas en esta ciudad.

El suelo de esta calle lo habían pintado con los colores del arcoíris para celebrar el día del orgullo gay. Era bastante temprano aún y no había mucho ambiente en las calles. Las tiendas aun estaban cerradas y apenas había algún bar abierto. En uno de ellos nos tomamos un chocolate caliente para entrar en calor, pues hacía bastante frío. Estas calles desembocan en una gran esplanada donde se encuentra la modesta casa del Presidente del Gobierno islandés. Esta casa se la conoce como Stjórnarráðið, y su pequeño tamaño da una idea de las dimensión política de este país. En este edificio es donde se reúne el Poder Ejecutivo de Islandia.

Cerca de aquí también se encuentra la Oficina de Turismo de Reikjavik en una casa con una fachada de contrachapado negro y un parque delante. También estaba cerrada todavía.

El contrachapado es un material muy habitual para cubrir las fachadas de las casas de Islandia. La razón de ello está en la intención de aislar el interior del frio polar de estas latitudes. No se ven apenas casas de madera y la razón es la escasez de este material.

Se cuenta que Islandia en los orígenes de su colonización era un país rodeado de bosques, pero estos fueron esquilmados hasta el punto de desaparecer, cuando sus habitantes los talaron para la construcción de sus viviendas y barcos. La desaparición de los bosques y la dificultad de crecimiento de la nueva forestación debido a las adversas condiciones climáticas del país, han hecho que apenas haya árboles en Islandia, a diferencia de lo que sucedes en otros países de la misma latitud como los países Escandinavos o Alaska.

Pues bien, desandamos el camino, otra vez de regreso hasta la Hallgrímskirkja, donde teníamos aparcado el coche. Entramos en un supermercado que vimos abierto a comprar las viandas para comer en este día, unos filetes de carne, salchichas, huevos y Skyr, un tipo de yogur islandés que esta muy rico. También vimos una curiosa cafetería de gatos, que se llamaba Mjá, que debe ser en islandés algo así como Miau. Nos hizo gracia y decidimos tomar un té allí antes de dejar Reikjavik.

Era divertido estar tomando un té rodeados de gatitos. Aunque lo fue menos cuando vimos a uno de ellos que se subía al mostrador y empezaba a beberse la leche que había en una jarra preparada para los clientes que desearan tomar el té o café con leche. Afortunadamente, nosotros lo tomamos sin ella, je je je.

Después del té entre gatos, dejamos Reikjavik y nos encaminamos hacia el conocido como «Círculo de Oro» de Islandia. Con este nombre se agrupan tres de los sitios naturales más conocidos y visitados del país. Se trata de la Cascada de Gullfoss, del Valle de Haukadalur conocido por sus geiser y del valle y falla de Thingvellir. Es la ruta turística clásica de Islandia al encontrarse relativamente cerca de la capital, Reikjavik.

Aquí empieza nuestra ruta alrededor de Islandia, en la que básicamente vamos a seguir la carretera 1, Hringvegur o Ring Road, en inglés, que circunda toda la isla, recorriendo 1.339 kms.

Así, a unos 40 minutos de la capital se encuentra el Parque Nacional de Thingvellir, que es lo primero que íbamos a visitar. Este lugar es la viva muestra de la deriva continental. Aquí se encuentra la herida abierta por la que surgió de los océanos la isla de Islandia. Vemos la dorsal atlántica que separa las dos placas continentales de Eurasia y Norteamérica. esta línea atraviesa el país de sudoeste a nordeste.

Es impresionante ver las numerosas fracturas y crestas paralelas por las que se extiende un camino señalizado. Toda esta llanura se encuentra rodeada de montes que llegan a los 1000 metros de altura, formando una muralla que bordea la planicie rota por la falla del terreno. Esta falla se llama Almannagjá.

Este lugar también tiene un gran significado histórico. En mitad de la falla se encuentra la roca llamada Lögberg, o Roca de la Ley. Queda señalada esta roca por un gran mástil blanco. En este lugar, durante siglos se reunió el Parlamento islandés, o Alping, el más antiguo del mundo, del que se tiene conocimiento. El libro Landnámabók fecha el origen de este parlamento en el año 930. Las dificultades del clima y la lejanía de este país del mundo civilizado, hacía que las asambleas fueran muy importantes para conseguir la ayuda mutua. Asambleas donde las opiniones e intereses de los colonos se pudiesen oír y coordinar para buscar el bien común.

En este mismo lugar se declaró la independencia de la isla en 1944 y está incluido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En un  parque cercano se encuentra la residencia de verano del Presidente del país. Unas modestas casitas blancas.

Siguiendo el camino marcado, llegamos hasta la primera cascada que vamos a ver en este viaje. El arroyo Öxara, no muy caudaloso genera esta cascada que se llama Öxararfoss. La misma se produce gracias a la precipitación del río en la falla Almannagjá. Después el río desemboca en el lago de Thingvallavatn, el más grande de Islandia.

Desandamos el camino y volvemos al aparcamiento, para coger el coche y continuar nuestra ruta por el «Círculo de Oro». Siguiente parada el Valle de Haukadalur y sus geiseres.

Este valle se encuentra a 60 kms de Thingvellir. Llegamos allí en menos de una hora. Se trata de una zona geotermal, donde se encuentra el Geysir, esto es un tipo especial de fuente geotermal que periódicamente emite una columna de agua caliente y vapor al aire. El agua puede alcanzar los 80º o 100º grados de temperatura.

En concreto el Geysir se le considera el padre delos geiseres, pues su nombre es el que se da a este curioso fenómeno en todo el mundo. Geysir fue un enorme surtidor de más de 20 metros de diámetro que era capaz de emanar una torre de agua de más de 60 metros de altura. Desgraciadamente, este Geysir dejó de producir emanaciones de agua porque algunos descerebrados decidieron tirar productos químicos para acelerar la frecuencia de las expulsiones. Lo cual ocasionó el efecto contrario pues lo que pasó es que dañaron la estructura del geiser y este dejo de eructar. La ultima vez que lo hizo fue en el año 2000, debido a un terremoto, y llegó a alcanzar los 122 metros de altura, durante dos días consecutivos.

La actividad de los géiseres, como toda actividad de fuente termal, es causada por el contacto entre el agua superficial y rocas calentadas por el magma ubicado subterráneamente. El agua calentada geotérmicamente regresa a la superficie por convección a través de rocas porosas y fracturadas.

A medida que el géiser se llena, el agua más superficial se va enfriando, pero debido a lo estrecho del conducto, el enfriamiento conectivo del agua en la reserva es imposible. El agua fría de la superficie es presionada desde abajo por el agua caliente, asemejándose a la tapa de una olla a presión, haciendo que el agua de reserva se sobrecaliente, manteniendo el líquido a temperaturas superiores a su punto de ebullición.

Por último, la temperatura del fondo del géiser comienza a subir alcanzando el punto de ebullición; las burbujas del vapor ascienden hasta la punta del conducto. Al atravesar el cráter del géiser, algo de agua se desborda y salpica hacia afuera, reduciendo la anchura de la columna y la presión del agua que hay debajo. Con este escape de presión, el agua sobrecalentada se mezcla con el vapor, ebulliendo violentamente por la columna. La espuma resultante entre el vapor y el agua caliente es expulsada fuera del géiser.

El agua restante en el géiser se va enfriando y la erupción finaliza; el agua caliente se comienza a filtrar nuevamente dentro del depósito, y el ciclo comienza de nuevo.

NOTA: Gracias Wikipedia.

Por suerte en esta zona aun quedan otros geiseres activos. En especial tenemos el Strokkur, que viene a eclosionar cada cinco minutos, alcanzando los chorros de agua una altura de unos 20 metros. Strokkur hace mucho ruido nos dejó alucinados. La pompa azul previa al estallido que forma es absolutamente preciosa.

Hay otros geiseres más inactivos pero igualmente bellos e inquietantes con un intenso color azul en el agua. Unos de ellos, que dimos en llamar el aprendiz de geiser, era muy bello también como queriendo explotar sin conseguirlo.

Hay que resaltar también el intenso olor a azufre y/o huevo podrido que había en esta zona. Al respecto de la actividad geotérmica de Islandia hay que indicar que ésta es tan importante en toda la isla que puede suministrar agua caliente gratuita a todos sus habitantes. Y es que el agua de Islandia es una de las más puras del mundo y eso lo notas tanto al beberla como al ducharte o bañarte con ella, aunque huela un poco a azufre, eso si.

A solo 10 kms de los Geyser, se encuentra el tercer punto del «Círculo de Oro», que no es otro que la impresionante Cascada de Gullfoss, conocida como la cascada dorada por los reflejos del sol en sus aguas. Se situa en el caños del rio Hvita. Posee un increíble caudal de 140 m3 por segundo en verano y 80 m3 en invierno, que caen sobre tres saltos de 11, 21 y 33 metros, lo que deja absolutamente alucinados a los visitantes.

Durante la primera mitad del siglo XX se empezó a especular sobre el uso de Gullfoss para generar electricidad. Se planteó construir una gran planta hidroeléctrica. Afortunadamente, la hija del propietario del terreno en el que se ubica, Sigríður Tómasdóttir, inició una campaña para evitar esta transformación, amenazando incluso con arrojarse a la cascada si se seguía con los planes. Ahora la Cascada de Gullfoss está totalmente protegida.

Estuvimos un rato bien largo admirando esta cascada y maravillándonos de su fuerza. Después regresamos al aparcamiento y nos dispusimos a preparar nuestro almuerzo en unas mesas de picnic que había allí puestas.  Sacamos nuestro camping gas y nos preparamos un buen filetón de cerdo con unos tomatitos aliñados. Ummm, que rico!!

Después del almuerzo, seguimos el viaje. Es el momento de tomar la carretera Número 1, Ring Road en inglés ó Hringvegur, en islandés. Esta es la carretera principal de Islandia, que con sus 1.339 kms de longitud circunda toda la isla. No creáis que por ser la carretera principal va a ser una carretera magnífica al estilo de cualquier autovía europea. Es una carretera de un carril por cada lado, que incluso en algunas zonas no está totalmente asfaltada, con una superficie de grava, sobre todo en su parte oriental.

Esta carretera es la que vamos a recorrer hasta dar totalmente la vuelta a Islandia, durante nuestro viaje. No es la mejor carretera, pero eso si, lo paisajes que se ven son indescriptibles, sorprendiéndonos a cada paso. Además recorrerla en verano tiene la gran ventaja de que al ser los días muy largos no se nos hace de noche en el camino.

Pues bien, tomamos esta carretera en dirección a una de las más bellas y singulares cascadas de Islandia. Se trata de la Cascada Seljalandfoss. Está a 117 kms. de Gullfoss. Procede de la caída del rio Seljadlandsá, que significa río líquido. Tiene una altura de 60 metros y no posee el caudal de otras de Islandia, pero si una cualidad que la hace única. Es posible caminar por dentro de la misma, pudiéndose rodearse completamente. Y la belleza del paraje es cautivadora y si, como nos pasó a nosotros, la puedes ver con sol los reflejos te dejan sin palabras.

Hay un sendero que sale por la derecha de la cascada y que conduce a su zona de atrás hasta rodearla completamente. Recomiendo ponerse los chubasqueros y pantalones impermeables porque por dentro te vas a mojar.

Fue toda un  experiencia estar dentro de una cascada. El ensordecedor ruido del agua, los reflejos del sol, la ducha que caía sobre nosotros, nos demuestra lo pequeños y débiles que somos los seres humanos frente a la grandeza de la naturaleza.

El sol ya empezaba a caer y ocultarse tras las montañas cuando nos dirigimos al destino final de la ruta del día. El lugar donde íbamos a pernoctar. El Skögar Camping Ground, frente a la también espectacular cascada de Skogafoss. El Camping, por llamarlo de algún modo consistía en una caseta con dos duchas y dos WC’s y un fregadero. Allí aparcas tu Camper donde te apetezca y pasas la noche. Por esto te cobran 8 € por persona. Ahora, eso si, tienes la oportunidad de dormir frente a una impresionante cascada.

Nos preparamos la cena, huevos y salchichas y de postre un delicioso Skyr, y así termino nuestro primer día completo en Islandia, todavía con la emoción de tantos parajes tan bellos y salvajes como los que habíamos visto.