Día 4º: 2 Ago: Amsterdam – Edam – Volendam – Giethoorn – Amsterdam

RUTA DEL DIA: Amsterdam – Edam: 22 kms. Edam – Volendam: 3 kms. Volendam – Enkhuizen – Giethoorn: 136 kms. Giethoorn – Amsterdam: 119 kms. TOTAL: 280 KMS.

En nuestro cuarto día de viaje íbamos a salir de Amsterdam para conocer otros lugares de Holanda. Para ello lo primero que teníamos que hacer es ir a la oficina de Rent-a-Car de la compañía Budget, donde habíamos reservado un coche para los próximos dos días. El precio total del alquiler: 79,15 €.

En este primer día con coche visitaremos las cercanas localidades de Edam y Volendam, y posteriormente nos dirigiremos al pintoresco pueblo de Giethoorn. En un principio teníamos previsto visitar también Haarlem, que se encuentra a unos 40 kms al este de Amsterdam, pero por cuestión de tiempo hubo de dejarlo para otra futura ocasión.

La primera parada del día fue la muy quesera localidad de Edam. Esta pequeña localidad está ubicada en la provincia de Holanda Septentrional. Su fama internacional se debe al afamado queso que se produce aquí desde hace siglos, pero la pequeña población se puede enorgullecer de ofrecer al visitante un precioso casco antiguo, con canales y terrazas, puentes colgantes e iglesias y casas con fachadas de madera que forman parte de la lista de monumentos nacionales de Holanda.

Fue fundada en el siglo XII y hasta el siglo XVI logró un importante desarrollo económico gracias a la industria naviera, convirtiéndose en uno de los puertos más importantes del Norte de Holanda. La construcción de esclusas para evitar las frecuentes inundaciones supuso una mayor seguridad para sus habitantes. Sin embargo, a la misma vez produjo una progresiva sedimentación de su puerto y el consiguiente declive económico de su actividad portuaria.

Por suerte para la ciudad, la floreciente industria del queso en el siglo XVI contribuyó a mantener la riqueza de la ciudad. El queso de Edam se vio beneficiado por diversas medidas como la concesión real para celebrar un mercado semanal, tradición que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX.

El centro histórico de Edam es prácticamente peatonal. Se puede aparcar a la entrada del pueblo frente a la plaza del mercado del queso, y desde allí fácilmente se puede caminar hasta la Damplein, la plaza principal del centro histórico de Edam.

Nada más aparcar vemos un canal con sus barquitas, típicamente holandés y un pintoresco puente colgante que hemos de cruzar. A la derecha del mercado del queso donde aparcarmos el coche se encuentra la Iglesia de la Virgen María, conocida como el Carillón (Speeltoren). Su torre data del siglo XV y es de estilo gótico tardío.

Después de visitar esta curiosa iglesia llegamos a la Damplein. Una interesante plaza que más bien parece el tejado de una casa, por su forma, debido al canal que pasa por debajo.

A su izquierda esta el edificio del Ayuntamiento de 1737 con su hermosa torre de madera. La otra torre que vemos, pertenece al edificio neorenacentista que alberga el Museo Artimare.

Al otro lado podemos admirar preciosas casas con fachadas de ladrillo, al más puro estilo holandés. También algunas tiendas de souvenirs y cómo no, tiendas de quesos de bola Edam, con su característico color amarillo.

En cualquier caso, lo que más nos llamó la atención de Edam, aparte de su encanto, fue su limpieza y la absoluta tranquilidad de sus calles.

Después de este corto paseo por Edam, ya se acercaba la hora de almorzar y para ello decidimos buscar donde comer en la siguiente parada de la ruta del día: Volendam. Una localidad costera a escasos 3 kms de Edam.

Volendam es considerado como uno de los pueblos más bonitos de Holanda. Volendam se encuentra situada a los pies del lago Ijseel. Y aunque es un lago, tendréis la sensación que es un puerto de mar y es que hasta 1932 el lago era el Zuiderzee (mar del sur), que comunicaba con el mar del norte. Pero debido a la poca profundidad de sus aguas y a los barros, se fue produciendo la desecación del mar en polders y su definitivo taponamiento. Desde el siglo XIV ha sido la salida natural al mar de la ciudad de Edam.

Hoy en día, Volendam es un popular destino turístico holandés. Se puede aparcar por el centro y luego dirigirse al puerto o Haven caminando durante unos cinco minutos.

El paseo marítimo es lo mas atractivo de Volendam. Aquí llaman la atención la pintorescas casas de tejados puntiagudos y diferentes colores. Todo el paseo esta lleno de restaurantes, bares y tiendas de souvenirs, y es el sitio ideal para almorzar. Elegimos un bonito restaurante junto al puerto donde degustamos un típico plato de la zona, la cazuela de mejillones con patatas fritas, junto a una rica rensalada.

Después de comer nos dirigimos a la bocana del puerto desde donde se puede admirar una extraordinaria vista del puerto de Volendam, con sus casas de colores y los barcos y yates de recreo atracados.

No estuvimos mucho más tiempo en Volendam, pues nos quedaba por visitar el destino más alejado del día, la idílica Giethoorn, que se encuentra a casi 140 kms de donde estábamos.

Para llegar a Giethoorn tomamos la dirección hacia Enkhuizen y atravesamos una carretera sobre el mar. Holanda es un pais que a lo largo de su historia ha tenido siempre una lucha por ganarle terreno al mar. Poco a poco han ido ganando esa batalla a la naturaleza mediante la continua construcción de un prodigioso sistema de diques y exclusas, logrando crear tierra donde antes solo había mar.

Y unos de los sitios donde mejor nos podemos dar cuenta de ello es Houtribdijk, un dique de 30 kilómetros que divide en dos el Ijsselmeer o mar interior holandés y por el que discurre una increíble carretera que parece flotar sobre el agua. Holanda es un país en eterna lucha contra el agua, aunque poco a poco el hombre se ha ido imponiendo a la naturaleza y el prodigioso sistema de diques y esclusas han conseguido lo imposible: que exista tierra donde no debería existir. Y uno de los mejores lugares para darse cuenta de esto es éste dique.

En realidad es una presa que regula el nivel de las aguas del llamado Markermeer, la sección del Ijsselmeer que queda al sur, impidiendo que las mareas inunden las ciudades del norte de la península de Holanda, entre ellas la propia Amsterdam. Esta carretera une las poblaciones de Enkhuizen y Lelystad.

Tardamos en llegar a Giethoorn algo más de hora y media. Esta localidad, situada en el Parque Nacional Weerribben-Wieden, es un pueblo idílico en Overijssel donde se construyeron numerosas granjas con tejado de paja en pequeñas islas, unidas por más de 170 puentecitos.

Conocido como la Venecia de Holanda, es uno de los pueblos más bonitos del país. Giethoorn nace en el siglo XIII pero su verdadero auge tiene lugar en los siglos XVI y XVII con la actividad económica de la extracción de la turba, un combustible orgánico muy utilizado en aquella época. Para facilitar el transporte de este material, se construyeron canales y la misma extracción creo decenas de lagos y charcos que conforman el paraje pantanoso sobre el que se asienta la población.

Los trabajadores fueron construyendo sus casas y granjas sobre montículos de tierra rodeados de agua, viéndose obligados a utilizar las barcas para moverse por el pueblo.
Estas barcas son llamadas punter, debido al palo que utilizaban para impulsarlas por las poco profundas aguas del canal.

En Giethoorn, como es fácil suponer, no hay coches. El modo de desplazarse es caminando o en bicicleta y sobre todo en barcas. Se pueden alquilar unas barcas con un pequeño motor eléctrico a unos 15,00 € la hora. Si no eres demasiado torpe no son dificiles de manejar y además van muy despacito.

Serían las 19:00 h. cuando terminamos nuestro algo accidentado paseo en barca y después de tomar un rápido refrigerio, regresamos a Amsterdam. Como comenté al comienzo de este post, al principio la idea era visitar también Haarlem, ciudad costera que se encuentra a unos 40 kms al oeste de Amsterdam. Pero como se nos hizo bastante tarde, decidimos dejarlo y regresar directamente a Amsterdam, para despedirnos bien de esta ciudad ya que sería nuestra ultima noche aquí.

Como aparcar en la calle en Amsterdam es prácticamente imposible, directamente buscamos un parking, que hay cerca de la estación central. Desde allí cruzamos el puente Odebrug andando en dirección al Barrio Rojo, la zona más bohemia y alternativa de la ciudad.

Así después de un corto paseo llegamos a la plaza Nieuwmarkt. Esta plaza se creó al construirse los canales de esta zona en 1614, y se empezó a utilizar como mercado – de ahí su nombre. Todavía hoy se instala un mercado de productos biológicos todos los sábados.

En Nieuwmarkt, se alza un edificio de apariencia muy curiosa, llamado De Waag. Este edificio fue construido en 1488, y era la puerta de entrada a la ciudad. Posteriormente, en el siglo XVII se convirtió en la vivienda de una familia acaudalada. Este característico edificio ha tenido muchas funciones a lo largo de los años. Hoy en día es un café restaurante.

Durante los días en los que estuvimos en Amsterdam se estaba celebrando la semana del Orgullo Gay, y con ese motivo en la plaza Nieuwmarkt habían instalado un escenario y cuando estuvimos aquí se estaban celebrando unos conciertos, con lo que había un gran ambiente en los alrededores.

Cenamos en uno de los muchos locales que hay alrededor de esta plaza. La comida fue de estilo mexicana con unos tacos y nachos con guacamole, con la correspondiente cerveza holandesa, como no podía ser de otro modo

Después de la cena dimos un buen paseo por el Barrio Rojo que a estas horas de la noche estaba en plena ebullición. Este barrio destaca por la gran cantidad de luces rojas y neones en sus escaparates donde mujeres de vida licenciosa ofrecen sus atributos al público.

La prostitución es mundialmente conocida como «el negocio más antiguo del mundo» y es que, ya en la edad media, los burdeles de Ámsterdam eran administrados por el Sheriff y sus hombres de confianza. En el siglo XVII aparecieron las primeras vitrinas en esta zona. En estos escaparates las prostitutas ofrecen sus servicios y también generan una gran expectación entre los viandantes. En los Países Bajos la prostitución es legal desde 1911. Las mujeres del Barrio Rojo alquilan el escaparate en el que trabajan y contribuyen con sus impuestos como cualquier trabajador holandés. Se vanaglorian tanto de ello que hasta tienen una estatua dedicada junto a la Oude Kerk (la iglesia más antigua de la ciudad, de 1302). Sorprendente.

Y es que Amsterdam pasa por ser quizás la ciudad más transgresora de Europa, pues también aquí la venta y consumo de marihuana esta legalizada. Se vende en unos locales llamados Coffee Shops. En la mayor parte de los coffee shops no venden bebidas alcohólicas y, lo que es más sorprendente aún, aunque fumar hachís y marihuana está legalizado, en ellos no está permitido fumar tabaco. Esta ciudad no deja de sorprender.

En los coffee shops de Ámsterdam podréis consumir Marihuana de múltiples formas: tomándola en forma de té, fumándola en pipas de agua e incluso se pueden encontrar magdalenas, chocolates y pastelitos también hechos a base de Cannabis.

Así paseando por el Barrio Rojo y viendo su increíble ambiente terminamos nuestro ultimo día en Amsterdam. Una ciudad única y sorprendente. Llena de vida alegre y desenfadada. De esta ciudad sorprende todo: sus incontables canales, sus originales edificios, sus interminables parkings de bicicletas, el ambiente transgresor, la vida en definitiva. Ciudad a la que siempre merece la pena volver.

Mañana iniciamos otros destinos. ¿Nos sorprenderán tanto como Amsterdam?. No lo sabemos, pero será difícil.

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